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domingo, 7 de noviembre de 2010

CUEVAS DE ALTAMIRA

La cueva de Altamira está situada en el municipio de Santillana del Mar, Cantabria (España), muy cerca de la capital municipal. En ella se conserva uno de los ciclos pictóricos más importantes de la Prehistoria. Pertenece a los períodos Magdaleniense y Solutrense, dentro del Paleolítico Superior. Su estilo artístico constituye la denominada escuela franco-cantábrica, caracterizada por el realismo de las figuras representadas. En menos de 5 km a la redonda se han descubierto varias otras cavidades con arte rupestre, incomparables con Altamira. Contiene pinturas policromas de animales, grabados, pinturas negras, rojas, amarillas y violetas que representan animales, figuras antropomorfas, dibujos abstractos y no figurativos.


Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985. Es considerada "la capilla sixtina" del arte rupestre. Es además desde 2007, uno de los 12 Tesoros de España

PINTURAS DE ALTAMIRA

Localización - Santillana del Mar (Cantabria)
Datación - Su realización data del periodo 15.000 - 12.000 A. C.
Pigmentos empleados - La pintura está hecha con pigmentos minerales ocres, marrones, amarillentos y rojizos, mezclados con aglutinantes como la grasa animal. El contorno de líneas negras de las figuras se realizó con carbón vegetal. Se aplicaron con los dedos, con algún utensilio a modo de pincel y en ocasiones soplando la pintura a modo de aerógrafo.
Tratamiento del volumen - Aprovechan el relieve natural de la roca y a veces la modelan interiormente para dar un efecto de volumen y movilidad.
Tratamiento del movimiento - El relieve de la cueva y el raspado de ciertas zonas aportan a las imágenes gran movilidad y expresividad.
Iconografía - Las representaciones rupestres de Altamira podrían ser imágenes de significado religioso, ritos de fertilidad, ceremonias para propiciar la caza o puede interpretarse como la batalla entre dos clanes representados por la cierva y el bisonte.
El animal más representado es el bisonte. Hay 16 ejemplares de diversos tamaños, posturas y técnicas pictóricas. Se observan junto a caballos, ciervos y signos tectiformes. Los artistas de la cueva de Altamira dieron solución a varios de los problemas técnicos que la representación plástica tuvo desde sus orígenes en el Paleolítico. Tales fueron el realismo anatómico, el volumen, el movimiento y la policromía.
La sensación de realismo se consigue mediante el aprovechamiento de los abultamientos naturales de la roca que crean la ilusión de volumen, la viveza de los colores que rellenan las superficies interiores (rojo, negro, amarillo, pardos) y la técnica del dibujo y del grabado, que delimita los contornos de las figuras.

HISTORIA DEL DESCUBRIMIENTOS DE LAS PINTURAS DE ALTAMIRA


La cueva de Altamira es descubierta en 1868 por un cazador llamado Modesto Cubillas. El cazador descubrió la entrada de la cueva al intentar liberar a su perro, que estaba atrapado entre las grietas de unas rocas por perseguir a una presa.
En aquel momento, la noticia del descubrimiento de una cueva no tuvo la menor transcendencia entre el vecindario de la zona. Es un terreno kárstico, caracterizado por poseer ya miles de grutas; así que una más, no supuso ninguna novedad.
Marcelino Sanz de Sautuola, erudito en paleontología, debió conocer la existencia de la cueva directamente por boca del mismo Cubillas, aparcero en su finca. No obstante, no la visitó hasta 1875. La recorrió en su totalidad y reconoció algunos signos abstractos, como rayas negras repetidas, a las que no dio ninguna importancia por no considerarlas obra humana. Cuatro años después, en el verano de 1879, volvió Sautuola por segunda vez a Altamira. En esta ocasión, acompañado por su hija María, de 9 años. Tenía interés en excavar la entrada de la cueva con el objetivo de encontrar algunos restos de huesos y sílex.
El descubrimiento lo realizó, en realidad, la niña. Mientras su padre permanecía en la boca de la gruta, ella se adentró hasta llegar a una sala lateral. Allí vio unas pinturas en el techo y corrió a decírselo a su padre. Sautuola quedó sorprendido al contemplar el grandioso conjunto de pinturas de aquellos extraños animales que cubrían la casi totalidad de la bóveda.
Al año siguiente, 1880, Sautuola publica un breve opúsculo titulado Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos. En él sostenía el origen prehistórico de las pinturas e incluía una reproducción gráfica. Expuso su tesis al catedrático de Geología de la Universidad de Madrid, Juan Vilanova, que las acogió como propias. Pese a todo, la opinión de Sautuola no fue aceptada por los franceses Cartailhac, Mortillet y Harlé, los científicos más expertos en estudios prehistóricos y paleontológicos en Europa.

IMPACTO CULTURAL

Varios pintores han sido influidos por las pinturas de la cueva de Altamira. Después de una visita, Picasso exclamó: "Después de Altamira, todo parece decadente".
Algunas de las pinturas polícromas de la caverna son estampas bien conocidas dentro de España. El logo utilizado por el gobierno autonómico de Cantabria está basado en uno de los bisontes de la cueva como promoción turística, así como el logotipo de Caja España. El bisonte también ha sido usado por la marca de cigarrillos Bisonte.
En 1965 fue creado el personaje Altamiro de la Cueva, que daba nombre al tebeo del mismo nombre. La historia narraba las aventuras de un grupo de hombres prehistóricos de las cavernas, mostrados como gente moderna pero vestidos en taparrabos.
La banda de rock Steely Dan compuso una canción titulada The Caves of Altamira en su álbum The royal scam (1976).



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