Las inscripciones aparecieron en los bronces rituales de la dinastía Shang e igualmente en los huesos de oráculo. Las de los bronces suelen referirse a temas de propiedad o dedicatorias. En los objetos de bronce del período de la dinastía Shang se pueden encontrar hasta más de 40 caracteres grabados, que constituyen los primeros materiales documentales de la historia de China y tienen como nombre Jinwen, es decir, inscripción hecha en campanas o vasijas de trípode. En los huesos de oráculo aparecieron las inscripciones de los ruegos, las peticiones, dirigidos a los espíritus para las profecías en la caza o en las batallas. La escritura sobre caparazón de tortuga tuvo cuatro clases de signos: pictogramas, ideogramas sencillos, ideogramas completos y compuestos fonéticos, que fueron la base de los caracteres chinos posteriores. Estas inscripciones de Shang no fueron conocidas hasta el siglo XX, a pesar de que se sabía de su existencia en la historia tradicional. Debido a los continuos hallazgos arqueológicos se han llegado a conocer hoy unos dos mil caracteres de los vocablos de esta época.
Los hallazgos más antiguos conocidos de caracteres chinos se remontan a la época de la dinastía Shang, entre los siglos XVIII a XII a.C. Respecto al origen de la escritura en lengua china, algunos historiadores han sugerido que posiblemente derivase de una fuente originaria del oeste de Asia. Pero frente a esta opinión se levantaron serias dudas, debido a que no existen similitudes en forma ni en estructura que puedan justificarla.
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